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Una foto mil palabras. Ronda 1 - Año 2015

Publicado por anittaa, 18 de Enero de 2015, 10:41:59 AM

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0 Miembros y 2 Visitantes están viendo este tema.

anittaa

Una foto, mil palabras

Ronda 1 , 2015

Objetivo


Escribir un texto basándose en la foto propuesta, trabajar conjuntamente los textos publicados y elegir un texto ganador de la ronda.

Reglas

· Se pueden publicar hasta dos textos por usuario.
· El texto puede ser cuento, prosa poética, poesía, etc.
· El tema del texto es libre, pero debe estar basado en la fotografía propuesta.
· El texto debe tener una longitud máxima de 1000 palabras, sin contar el título.
· Cada texto debe tener un título.
· Antes de publicar, se recomienda revisar gramática y ortografía. Para verificar que el formato sea el correcto conviene Previsualizar antes de publicar.
· Durante las dos primeras semanas del juego se publican textos. Durante la tercera semana se pueden editar los textos la cantidad de veces necesarias, además de seguir publicando. La cuarta semana del juego es para votar.
· Durante las semanas de publicación y edición de texto se recomienda leer y comentar los textos publicados para colaborar en la corrección de los mismos.
· La edición de textos se debe realizar en el mensaje en que fue publicado y se recomienda escribir un nuevo mensaje avisando que se modificó el original.
· La votación la pueden realizar los usuarios que hayan comentado, al menos, los cuentos elegidos (o los comenten al momento de votar).
· Al votar se eligen dos textos, al primero se le otorga dos puntos y al segundo un punto.
· Si al finalizar la ronda de votación se produjera un empate, durante la siguiente semana se desempatará.
· El autor del cuento ganador propondrá la fotografía a usar en la ronda siguiente (la deberá enviar por e-mail al coordinador del juego).

Cronograma

·Etapa de publicación de textos: Desde el  18 de Enero y durante dos semanas
Etapa de edición y publicación de textos: Desde el Lunes 2 de Febrero y  durante una semana
Etapa de votación: Desde el Lunes 9 de Febrero hasta el Lunes 16 de Febrero. 
Todas las horas son de Buenos Aires, GMT-3.

· Este juego ha sido creado por themanofthemask (psicofxp)
· Coordinador del juego: anittaa


Hubiera juntado mi vida para dártela ...

CraigBale


anittaa

Empezó la edición ... pero si nadie publica  :snif: :snif:
Hubiera juntado mi vida para dártela ...

Evantar

#3
Hola pido una disculpa por no participar, pero recién que entré al foro pasaron muchas cosas en mi vida que me han dejado gratamente sin mucho tiempo para forear pero dejo mi participación. Salió en un muy poco tiempo y ni yo se como terminó siendo lo que es, espero les guste.

Una luna fría, blanca y roja.

Vi a una mujer desnuda bajo los rayos de la luna, tenía la piel pálida y los cabellos de plata; sus ojos lloraban ríos rojos de amargura, sus labios sangraban llantos que petrificaban mi cuerpo, sus manos rasgaban su vientre de marfil purísimo; de la entrepierna un hilillo de sangre se ramificaba en mil tiras  escarlatas que le recorrían las piernas y terminaban en un charco. Dos palabras alcance a distinguir en su llanto:

—Mis hijos

Después salí despavorido mientras un par de ojos grises penetraban mi alma. El miedo me cegó y no me percate que en lugar de girar y recorrer el camino de regreso seguí subiendo la barranca de la zona 11, mis pies perdieron terreno firme y caí hacia el vacio; la autopsita se encontraba debajo a unos cinco metros en caída libre no me mató el golpe pero el camión de doble remolque  que iba a exceso de velocidad me despedazó. Mi cabeza quedó debajo de los diez neumáticos, hecha puré, mi torso recorrió seis metros hacia delante, mientras mis piernas y brazos  terminaban en parabrisas del carril contrario. La caída me dolió, pero morir no.

Vi una mujer vestida de blanco debajo de álamos en una noche de luna menguante, tenía labios anchos pintados de un impactante labial carmesí, tenía curvas voluptuosas y un marcado abultamiento en el vientre. Se me hacia familiar pero no recordaba haberla visto nunca en mi vida. Tenía los ojos grises y me sonreía,  algo en su felicidad perversa me recordó que estaba muerto.
—¿En dónde estoy?—  le dije.
—Conmigo— respondió con una voz antigua, muerta, como la voz de una boca que no había hablado por mil años.
—Tú me mataste.
La mujer asintió tranquilamente, flotó hacia mí, echo sus brazos alrededor de mi cuello y me besó.

Desperté de improvisto pero sin sobresalto, bañado en sudor y con un escalofrío erizándome los vellos de la cara; exhalé un vaporcillo como si estuviera en el exterior a una temperatura demasiado bajo. Mis labios estaban partidos y fríos. Había sido un sueño, ¿en realidad había sido un sueño?   La mujer desnuda debajo de la luna seguía muy vivida y excesivamente nítida en mi mente, una imagen muy clara para haber sido un producto de mi imaginación; el dolor de la caída seguía impregnado en mis músculos y los labios de la mujer de blanco seguían cosquilleando en mi boca.

No podía regresar a dormir o no quería. Salí de mi habitación y me dirigí a la cocina, tomé un vaso de leche fría y lo deposité vacío en el fregadero;  al levantar la vista pude entrever entre las ventanas  el resplandor de la luna llena. Un hilo de plata en un fondo negro, los álamos del vecino parecían monstruos de fantasía moviéndose lentamente de lado a lado y entre ellos... Temblé al percibir la figura difusa de una mujer vestida de blanco, hilos de sangre recorrían sus pantorrillas y envolvían sus pies descalzos en medias rojas. Sus cabellos plateados flotaban, su mano izquierda, abierta, se erguía hacia mí mientras la derecha rasgaba su vestido dejando líneas rojas en su piel blanca del seno izquierdo al muslo derecho.

—Mis hijos.

Escuché detrás de mi nuca, salté y giré; no había nadie. Parpadeé varias veces y regresé la vista a la ventana, no había nada. Suspiré, cerré los ojos y cuando los abrí...


Vi a una mujer desnuda bajo los rayos de la luna, tenía la piel pálida y los cabellos de plata; sus ojos lloraban ríos rojos de amargura, sus labios sangraban llantos que petrificaban mi cuerpo...leer más

Ana Alonso

Una historia bastante macabra, justo para leer de noche antes de irme a dormir; a ver si me toca soñar el final de la pesadilla :oooh: Tu cuento deja muchos interrogantes, Evantar, pero no voy a hablar de ellos ahora porque es cierto que recién a esta hora encontré un rato para entrar a ver cómo anda el foro y ahí estaba tu cuento (y no me gusta leer de noche cuentos de terror, pero me tomó por sorpresa). Ya volveré a leerlo en horarios más razonables y te comentaré. Muchas gracias por participar; está todo muy quieto por aquí.
¡Oh, infiernos, no dejes que beban las lágrimas y que te
pidan más!¡No dejes que te desaten el llanto, lo den vuelta y se hagan con él una sonrisa! ¡Que la muerte no levante mi tristeza como bandera! Ray Bradbury

Evantar

Siento mucho la alteración Ana, creo que debí de haber puesto una advertencia de los rumbos que tomaría la historia... A la próxima solo publicaré los sueños felices :oki:
Vi a una mujer desnuda bajo los rayos de la luna, tenía la piel pálida y los cabellos de plata; sus ojos lloraban ríos rojos de amargura, sus labios sangraban llantos que petrificaban mi cuerpo...leer más

harey

#6
Buenas!!! Como extrañaba este foro!
Desde psicofxp que, por distintos motivos, no participo. Pero ya era hora de hacerme un tiempito para volver.
Espero que anden todos muy bien, los que conoci en esos tiempos y si se han sumado nuevos ellos tambien.
Aqui va mi aporte al tema, por lo que veo al borde del limite de tiempo, para variar.


Tormenta plena

Las noches anteriores había mirado con expectativa a las lunas incompletas, preciosas en sus últimas fases del cuarto creciente. Es algo que hago siempre desde pequeño, no perderme ninguna luna llena, en especial desde que me mudé más cerca del mar y la postal de la playa nocturna con luna y estrellas me queda a una corta caminata de distancia.
Algo que hago siempre, claro, a menos que esté nublado.
Así estuvo, por supuesto, la noche de la que les hablo.
Sin embargo, era la primera luna llena en la que sucedía eso desde que me había mudado, así que a pesar de mi mal humor y del pronóstico de mal tiempo que acababa de chequear decidí caminar hasta la playa, cosa de no fallarle a la luna que aunque no la viera estaba ahí, encima mío y de todo.
Llegué con la cabeza gacha, el cabello despeinado por el viento, las manos en los bolsillos, los hombros contraídos de frío y varios "por qué no me quedé", "a qué hora me levanto mañana". En un momento, levanté la cabeza y me detuve ante una imagen que no esperaba encontrar. Además de las pintitas doradas en las zonas costeras pobladas, me encontré con que el mar tenía un gran sector iluminado de blanco. Una zona totalmente brillante, en la que se apreciaba sin problemas y hasta hipnotizaba el constante ondular plateado. Un baño lunar. No pude sacarle los ojos de encima.
Aún atraído por esa visión, reflexioné que eso significaba que allí adentro, a algunos pocos kilómetros en el océano, no debía haber ni una nube, la luna debía ser totalmente visible, como yo la quería.
Me sacudí las ideas de que "ese era el lugar elegido", "yo debía estar ahí" durante los siguientes minutos en los que me quedé visualmente atrapado por esa escena peculiar. Cuando el viento se hizo insoportable y fui capaz de procesar que se trataba de viento de tormenta, decidí emprender la vuelta, y renunciar definitivamente al plenilunio de ese mes.
En la calidez del hogar, los sentimientos de depresión volvieron, nada que me sorprendiera. Me puse el pijama y me dirigí a la cocina para buscar algo de tomar, cuando vi que una ventana del pasillo estaba abierta. Antes de cerrarla, eché un vistazo al calmo pero agitado cielo previo a la tormenta, y lo sentí como si se estuviera preparando para algo grande, que debía respetar y no podía ignorar. Me acomodé a un costado de la ventana reposando un brazo sobre su alféizar para observar.
Había sectores despejados gracias a los cuales se notaba que las nubes bajas se movían rápido. En uno de ellos se veía un lucero, que intermitentemente era cubierto y descubierto. Observé cómo se movían y deformaban esas nubes al pasar por el pedacito azul, yendo a perderse en el rosa, en donde se volvían invisibles, o lo que era lo mismo para el espectador, se camuflaban con el fondo. Intenté vislumbrar lo mismo con las nubes altas, pero eran muy discretas y sus cambios se podían notar únicamente ya pasado un rato, casi nunca mientras estaban sucediendo.
Mis ojos se fijaban en el lucero si era visible, los relámpagos, o la iluminación que estos producían. Todo quieto y húmedo y tenso, con gotitas sueltas cortando el aire cada tanto, siendo las protagonistas en forma de ruidos secos y fuertes contra los techos cercanos. Se les sumaba una compañía de truenos que aún estaban lejos, uno tras otro pero indudablemente en segundo plano.
Hasta que de a poco ocurrió. Cada vez más gotas, más más más, y de un momento a otro supe que ese era el desencadenar de la lluvia. El ruido continuó aumentando hasta ser ese ininterrumpido repiquetear y tronar que uno escucha cuando está viendo la tele y de repente se da cuenta de que hay que sacar la ropa colgada.
Sentía satisfacción de presenciar ese suceso, como si estuviera en un lugar en el que no debía estar pero no hiciera más que bien al encontrarme allí.
Admito también que experimenté decepción cuando noté que mis ojos no eran capaces de vislumbrar la presencia evidentemente densa de las gotas en el aire, pero sabiendo que esa sería una lucha vana y que prolongarla no significaría más que dejarse llevar por la codicia, la vista retornó al cielo, retornó al rosa y al reformado azul, que nuevamente contenía al lucero para mí.
Ya estaba bien entrada la tormenta, la tensión se había ido del todo y el espectáculo se desenvolvía a la perfección. Sin quererlo, pero como no podía ser de otra forma, tras varios minutos empecé a preguntarme por cuánto más iba a quedarme mirando en la ventana, si esperaría a que se me antojara alejarme, si pasaría algo que indicara el momento adecuado, si debía ponerle un fin de repente e ir a cerrar todo para que no se metiera agua y poner trapos de piso en donde ya se hubiera colado.
Ahí estaba, con los cachetes contra las rejas de la ventana, un poco silenciaba mi mente, un poco admiraba la tormenta. Mucho admiraba la tormenta.
Y de pronto, una sonrisa y un suspiro de placer ante lo único que podía faltar; no lo esperaba, ni siquiera lo había imaginado, pero supe que eso era lo que lo completaba todo.
Un olor a lluvia limpio y puro, repentino y delicioso, cuya brisa transportadora (porque debía haber habido una brisa que lo transportara) ni siquiera se había hecho notar. Y casi a la vez, otra gran iluminación en las nubes.
Suspiré y sonreí otra vez. Había vivido lo que quería. Hice las paces con el hecho de que se debe decir adiós, eché unos últimos vistazos y tras un relámpago más, cerré la ventana. El golpetear de las gotas bajó notablemente su volumen, dejando de ser la estrella para el oído.
Posteriormente, ventanas cerradas y trapitos al piso. Pero con una sonrisa en el alma que no solamente una luna llena puede provocar.

CraigBale

#7
En un rato posteo mi intento.



Post unidos: 09 de Febrero de 2015, 08:27:20 pm










CARRETERA PERDIDA



Éramos en grupo de amigos sólido como una roca. María, Carla, Ernesto y yo. Por alguna causa, al salir de la escuela secundaria, Ernesto dejó de hablarnos. Sin motivo. Simplemente, se hizo humo. Llamamos, naturalmente, varias veces a su casa, pero su madre o su padre nos decían que a Ernesto no le interesaba vernos, que lo sacáramos de nuestra vida de una vez por todas.
   De modo que aquella roca sólida quedó amputada. María era una actriz de teatro under, y vivía en una pensión con amigas, porque apenas si conseguía subsistir con el poco dinero que ganaba. Carla trabajaba limpiando baños en un gran centro comercial de la ciudad. Tenía cinco hijos y era divorciada, y apenas podía alimentarlos, los padres de esos chicos se dieron todos a la fuga. Yo estaba por cumplir los treinta y cinco años, y trabajaba siendo cartero hacía siete. Tuve algunas relaciones amorosas, y todas fueron un fracaso.
   Un día, recostado en la cama y mientras me sacaba pelusa del ombligo, sonó el teléfono. Cuál fue mi sorpresa al escuchar la voz de Ernesto del otro lado de la línea.
   "Tenemos que vernos", dijo con la resolución de líder que siempre le habíamos admirado. "Te espero el jueves a las siete de la tarde, en el café entre las calles R y X. Adiós."
   Y cortó.
   De modo que me presenté en el café, a la hora acordada y el día acordado. Él apareció enseguida, y se sentó frente a mí. Vestía un traje caro, corbata, camisa, y se veía increíble. Vamos, que su piel fulguraba. Aparentaba diez años menos que yo, por lo menos. Se notaba que su piel de porcelana no había estado muy en contacto con los elementos. Seguro que se ponía cremas faciales. Lucía todavía más luminoso y triunfador que lo que se veía en la televisión. Durante su monólogo, porque más que conversación fue un monólogo de su parte, miró varias veces a su reloj pulsera.
   "Tengo poco tiempo", dijo. "Como bien debes saber, el tiempo no me sobra, precisamente. Entre el asesoramiento a empresas, conferencias, escritura de libros, viajes, modelaje, debates televisivos... bueno, no me alcanza el tiempo para mucho; mi día debería tener setenta y dos horas, como mínimo. Además, como verás, soy un personaje público, así que debo cuidar mi apariencia al máximo. Sesiones de gimnasio, yoga, masajes, acupuntura, trabajos de embellecimiento facial, limpieza de toxinas... vamos, que también se me van un montón de horas por día en lucir bello y perfecto como me ves."
   "Seguro."
   "Te preguntarás por qué te cito, justamente ahora, después de tantos años, sobre todo yo siendo un ganador como soy, acostumbrado a moverme en las altas esferas, y tú, un pobre infeliz muerto de hambre. Bueno, el asunto es el siguiente. Me mueve un sentimiento vago de deber, digamos. No culpa, para nada, pero sí deber. Supongo que Carla, María y tú se preguntaron muchas veces por qué me desaparecí así, sin más, siendo que todos éramos tan unidos, teníamos una amistad que no todos tienen el placer de tener. Éramos, ahora lo pienso, afortunados. En nuestras manos había oro, y no lo sabíamos."
   "En nuestras manos había oro, y no lo sabíamos", repetí, y me quedé pensando.
   Vino el mozo, y pedimos sendos cortados.
   "Todo el asunto comenzó con un sueño", continuó el que había sido mi amigo fiel. "Me vi manejando de noche, en una ruta desierta. Solo veía el doble cono de luz que proyectaba el coche, que alejaba las tinieblas, al menos por unos instantes, ya que cuando echaba una mirada al espejo retrovisor, bajaba un inmenso telón negro de oscuridad. De la bóveda del cielo pendía la luna más muerta que he visto en mi vida; una luna de telgopor, que no emitía luz alguna. Y así viajé un largo tiempo; no crucé ningún coche. En algún punto, me detuve. Giré mi cabeza. Tú estabas en el asiento del acompañante. Las chicas en los asientos traseros. Todavía no sé si habían estado desde el principio, o se aparecieron en un momento dado. El tema es que les pedí que se bajaran. Que por favor abandonaran el coche, que me perdonaran. Estábamos en un punto donde no podía seguir con ustedes. Cómo lo sabía, no puedo decirte, pero entendía de sobra que era una decisión que cambiaría nuestra amistad para siempre. Ustedes bajaron. Yo volví a acelerar, y me perdí en la oscuridad."
   "Es raro", es todo lo que pude articular.
   "Desde ese momento, la historia es conocida. Empecé a triunfar en la vida inexplicablemente. Yo, que era mucho menos capaz que tú, y ni qué hablar que Carla, uf, esa chica pintaba para ser alguien grande, comencé a sacar sobresalientes en la universidad, a ser exitoso con las chicas, y a conseguir trabajos muy bien remunerados. Bueno, digamos que subí una escalera de éxito que me llevó donde estoy ahora. Ustedes, por el contrario, teniendo quizá más virtudes que yo, bajaron a la vida miserable que hoy tienen. Y todo desde el sueño. Al principio, lo tomé como una traición. En el sueño, los dejé en medio del camino, mientras yo me precipité solo a un lugar que sabía me cambiaría la vida, aunque no recuerde bien dónde fue que fui. Es decir, los despojé de algo. Y esa culpa me impidió volver a ver a mis amigos. Ahora esa culpa se fue, gracias a un intenso trabajo de años y años con mi psicólogo. Por eso te hablo de deber. Por alguna causa, ahora, luego de tanto tiempo, y en nombre de nuestra amistad, sentí que era momento de explicarles lo que me sucedió. También me reuniré con las chicas. Y, si realmente te despojé de algo, te pido perdón en nombre de nuestra ya lejana amistad. Quizá te quede gusto a poco, pero es todo lo que puedo dar. Bueno, me voy. Suerte con tu vida, espero realmente que cambie tu suerte alguna vez. Chau."
   Y se fue sin siquiera esperar que le llegara el cortado. Yo tuve que hacerme cargo de pagar los dos cafés.
   Todavía no sé por qué estaba tan convencido de que éramos unos pobres infelices. No nos iba tan bien como a él, seguro, al menos en lo estético y lo económico, pero uno puede llevar una vida con muchos momentos de felicidad con muy poco desde lo material, y sin la fama de él. Al menos, no creo que sea un pobre infeliz. Mi vida no es la gran cosa, supongo que jamás se erigirá un monumento en mi nombre, pero voy tirando.
   En fin, que a Ernesto seguro que no lo voy a volver a ver, así que mi relato termina aquí.
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anittaa

Genial Genialllllllllllllll, si no es más tarde será mañana: pasaré con los comentarios!!!
Hubiera juntado mi vida para dártela ...

Ana Alonso

UNA LUNA FRÍA, BLANCA Y ROJA de Evantar

Una historia con final abierto, pero tengo la impresión de que en este tipo de cuentos no tiene tanta importancia el argumento como la destreza para crear imágenes oscuras y dramáticas; es algo más bien visual. Al leerlo me vi obligada a mirar a esa mujer; a bajar los ojos para ver sus pies ensangrentados, y es, o a mí me resulta difícil seguir el hilo de la historia cuando se me cruzan este tipo de imágenes por la cabeza. En fin, que sí; me parece que no estaría mal avisar cuando un texto tiene estas características y no está posteado en una ronda donde ya se sabe con qué te vas a encontrar, porque lo pide el Género Literario propuesto.

TORMENTA PLENA de Harey

Un gusto leerte de nuevo en este foro, Harey.  Preciosa la descripción de la tormenta y sus preliminares, y sobre todo el descubrimiento de que existen otros placeres, además de los conocidos o mantenidos por la costumbre. También el aprendizaje de que en algún momento hay que saber decir basta, aunque cueste. Una luna llena puede ser tan bella como una tormenta, si los ojos que la miran son capaces de otorgarles esa belleza. Me gustó mucho tu cuento.

CARRETERA PERDIDA de Craigbale

Este cuento ya lo había leído y comentado; tal vez sea una adaptación, pero me acuerdo muy bien del malestar que me produjo ese personaje pedante y la apatía del otro. De todos modos, un gusto volver a leerlo. Si tiene algún cambio estoy segura de que no es en lo esencial.  No recuerdo si estaba la descripción del paisaje con la luna de telgopor (linda imagen) pero viene justo para la foto de esta ronda. Me encantan esos personajes extravagantes que presentás y las conclusiones que sacan.

Gente, me está costando mucho escribir, incluso comentar; encontrar las palabras. Espero que pase pronto.

¡Oh, infiernos, no dejes que beban las lágrimas y que te
pidan más!¡No dejes que te desaten el llanto, lo den vuelta y se hagan con él una sonrisa! ¡Que la muerte no levante mi tristeza como bandera! Ray Bradbury

Jean Loup

Cita de: anittaa en 09 de Febrero de 2015, 10:27:56 PM
Genial Genialllllllllllllll, si no es más tarde será mañana: pasaré con los comentarios!!!
Un "más tarde será mañana" más largo que los "para mañana" de México :xd_cry: Ni modo...siempre es lo mismo cada que cierra un site  :metal: Nostalgia es poco Creativa  :wtf_bruja:
«Gracias doy...a la mano con puñal, que me mató tan mal...»


anittaa

Cita de: Jean Loup en 17 de Marzo de 2015, 04:24:19 PM
Un "más tarde será mañana" más largo que los "para mañana" de México :xd_cry: Ni modo...siempre es lo mismo cada que cierra un site  :metal: Nostalgia es poco Creativa  :wtf_bruja:

Jean, no entendí jaajajaj

A propósito, qué hacemos con esta ronda?
Hubiera juntado mi vida para dártela ...

Jean Loup

#13
Cerrar la ronda para empezar otra. Tal vez, como en otros foros de literatura, trabajar se puso duro o solucionar la economía local entretiene tanto

Post unidos: 22 de Marzo de 2015, 01:19:00 AM

:mate: Cerrar ésta ronda como don Diablo manda y empezar nueva... no, no sevirá de nada. En otro foro de literatura español, los escritores dicen que deben laborar más tiempo para sacar la economía adelante y ocupan hasta el tiempo que tenían libre para escribir. En México, la represión contra la libertad de expresión está a niveles cínicos y estúpidos. El ejército genocida en cualquier momento o toma el poder, o acaba con la clase campesina. Ya los medios tienen la moradaza ahogándolos. Estoy acabando de pintar la Perica para irme a la Costa de Oaxaca un rato, en Morelos hay 50 pueblos levantados contra el plan Puebla-Panamá (que entregará el país a extrangeros saqueadores 80% gringos y 20% españoles). Ojalá, inch allah que me equivoque y sea paranoia por no escribir nada  :payasito: Haz la prueba y a ver qué pasa calabaza  :grin_bruja: ¿Ya no se pueden insertar videos? A lo pior me falta algúna clave, sépa la bola  :studying: la previsualización a veces ni funciona :ikod:
«Gracias doy...a la mano con puñal, que me mató tan mal...»

CraigBale

Este foro sigue bien vivo, ya van a ver. Ya publicaré algo.