Noticias:

Un foro no se hace grande solo por quienes lo manejan... un foro se hace grande, gracias a la participación y aporte de los usuarios

Menú principal

Recent

Miembros
  • Total de Usuarios: 1073
  • último: maurivi
Estadísticas
  • Total de Mensajes: 183348
  • Total de Temas: 5338
  • En linea Hoy: 264
  • En línea siempre: 689
  • (21 de Enero de 2020, 10:42:13 PM)
Usuarios en línea
Usuarios: 0
Invitados: 186
Total: 186

Una foto mil palabras. Ronda Mes Septiembre 2016

Publicado por anittaa, 18 de Septiembre de 2016, 09:20:29 PM

Tema anterior - Siguiente tema

0 Miembros y 1 Visitante están viendo este tema.

anittaa


Una foto, mil palabras

Objetivo
Escribir un texto basándose en la foto propuesta, trabajar conjuntamente los textos publicados y elegir un texto ganador de la ronda
Reglas
Se pueden publicar hasta dos textos por usuario.El texto puede ser cuento, prosa poética, poesía, etc. El tema del texto es libre, pero debe estar basado en la fotografía propuesta[El texto debe tener una longitud máxima de 1000 palabras, sin contar el título. Cada texto debe tener un título.·Antes de publicar, se recomienda revisar gramática y ortografía. Para verificar que el formato sea el correcto conviene Previsualizar antes de publicar.La votación la pueden realizar los usuarios que hayan comentado, al menos, los cuentos elegidos (o los comenten al momento de votar).Al votar se eligen dos textos, al primero se le otorga dos puntos y al segundo un punto.Si al finalizar la ronda de votación se produjera un empate, durante la siguiente semana se desempatara. El autor del cuento ganador propondrá la fotografía a usar en la ronda siguiente.
Cronograma
Veremos como fluye la ronda y en base a eso se pondrán las fechas de cada etapa.

La foto elegida por AnaAlonso es:


Hubiera juntado mi vida para dártela ...

CraigBale


claudyo


anittaa

Hubiera juntado mi vida para dártela ...

Uni Azul


Muchos tendrían que revisar sus prioridades, su humanidad y su solidaridad (que no es lo mismo que caridad)
La patria es el otro

Rocco

#5
 :typing:

Post unidos: 27 de Septiembre de 2016, 04:05:26 PM

A no tengo que rehacer la idea me pase en 200 palabras y no terminé aún jajajjaj

:metal:
:xd_cry: :xd_cry:
Pelear por la PAZ, es como tener sexo a favor de la Virginidad

Ana Alonso

¡Oh, infiernos, no dejes que beban las lágrimas y que te
pidan más!¡No dejes que te desaten el llanto, lo den vuelta y se hagan con él una sonrisa! ¡Que la muerte no levante mi tristeza como bandera! Ray Bradbury

Rocco

Cita de: Ana Alonso en 27 de Septiembre de 2016, 07:07:11 PM
Yo tampoco veo la foto. Antes si se veía.
Pues ahora me pasa a mi también, y ya escribía algo al respecto
Pelear por la PAZ, es como tener sexo a favor de la Virginidad

Ana Alonso

#8
A ver ahora.


Bueno, al fin me permitió subirla. La tuve que achicar varias veces, pero al menos se ve, o al menos yo la veo. Los que ya la conocemos igual podemos escribir aunque haya desaparecido misteriosamente de la presentación. Seguramente Anita hará magia y la volverá a colocar donde corresponde en cuanto pueda  ;)

[archivo adjunto borrado por el administrador]
¡Oh, infiernos, no dejes que beban las lágrimas y que te
pidan más!¡No dejes que te desaten el llanto, lo den vuelta y se hagan con él una sonrisa! ¡Que la muerte no levante mi tristeza como bandera! Ray Bradbury

CraigBale


[/size]
[/size]
[/size]
[/size]
[/size]
[/size]
[/size]INTERIORES
[/size]
[/size]
[/size]
[/size]
[/size]
[/size]Un domingo me puse especialmente melancólico. Supongo que la llegada del invierno había tenido parte de la culpa; los crepúsculos se alargan, y a uno los deseos de morir lo azotan más fuerte que de costumbre. Estuve escuchando varios discos, en su mayoría de música sinfónica, mientras luchaba con algunos crucigramas. Pensé en salir e ir a una plaza, pero al final me dije que no tenía sentido; hoy las plazas son sitios muy solitarios. Me conformé, entonces, con dar vueltas y vueltas alrededor de mi departamento.
[/size]Por alguna razón terminé en el cuarto de los trastos, hurgando en una vieja valija, que está repleta de álbumes de fotos. Evité los álbumes donde estuviera mi ex mujer, siempre termino llorando cuando los veo. Bien al fondo, encontré algunos de mi infancia y primera juventud.
[/size]Llevé el más grande, uno con tapas forradas en cuero, a la mesa, y lo estuve contemplando un buen tiempo. Había muchas fotos de mi hermana, casi todas en el patio de un hotel en Esquel; en muchas se la veía con una expresión entre boba y miedosa, aferrada a su osito. Pero una foto en particular captó mi atención: en ella nos encontrábamos mi madre, mis hermanos y yo. Estábamos ante el pie de una gran escalera de caoba, en el living de nuestra casa de Necochea, mi madre entre mi hermana y mi hermano, yo un poco al costado.
[/size]       Mi madre tenía esa mirada tribulada, de tristeza infinita, uno lo sabía por más que estuviera sonriendo. Recuerdo que, si no fue en ese día fue un día de esos, al pie de esa misma escalera, habíamos experimentado una situación de lo más lamentable, que siempre me acosa cuando invoco la imagen de mi ella.
[/size]Bueno, haré lo posible para ser fiel. Cierto es que he olvidado ya tantas cosas, y no veo a gente del pasado, o bien porque hemos cortado la relación o porque han muerto, y no tengo a nadie que me desmienta. Solo confío en mí, claro que mis recuerdos llevan el pesado lastre de las mentiras, elipsis, distorsiones y hábiles  transformaciones que, a fuerza de repetírmelas, se transforman en verdades.
[/size]La cuestión es que los hermanos estábamos reunidos no sé por qué acontecimiento, supongo que el cumpleaños de alguno de nosotros. Yo ya era grande, tenía veinte, y estudiaba afuera. Todos estábamos viviendo fuera salvo mi hermana. No hacía mucho había muerto nuestro padre, de un aneurisma... Me duele decirlo, pero nadie lo lamentó demasiado; con los años, se había convertido en ser infeliz, mezquino, que hablaba solo y tramaba planes raros que luego descartaba. Murió, literalmente, ahogado en su resentimiento, en su placer secreto de frustrarse y frustrar a los otros.
[/size]Mamá bajó los peldaños de la escalera. "Tengo que hablar con ustedes", dijo, en un tono apagado. Los hermanos nos reunimos en torno a ella. "Hace tiempo que me mantienen fuera de sus asuntos. Hoy no podía dejar de mirarlos y pensar en quiénes eran, quiénes eran esos extraños que yo he misma he parido. Quisiera que me contaran algo, algo realmente significativo, algún temor, algún deseo, alguna esperanza... Quisiera tener intimidad con mi propia familia, no ser la eterna extraña... al menos por hoy." Estuvimos un rato en silencio, supongo que más de uno se miró la punta de su zapato. "¿Alguien quiere compartir algo significativo? ¿Alguien quiere tener, alguna vez al menos, algo parecido a la intimidad?" Nadie contestó. Mi madre asintió y subió las escaleras; seguramente fue a llorar a su cuarto. Pobre, más allá del melodrama innecesario,  era evidente que se sentía terriblemente sola. Sospecho que hubiéramos sido más empáticos si alguno de nosotros hubiera tenido alguna idea de lo que es estar tan cerca la vejez.
[/size]La vi pocas veces más en mi vida; murió acosada por la esclerosis hace más de treinta años. Me pregunto si alguien todavía le dejará flores.
[/size]       Empecé unos sudokus. Y, para variar, esta vez puse un disco de tango. Para cuando me quise dar cuenta, había matado un par de horas más. Es increíble lo mucho que uno puede perfeccionarse en el subestimado arte de quemar futuro.
[/size]Me preparé un té. Con la taza en una mano, volví al comedor, y cerré el álbum. Me dije que ni bien terminara el café lo guardaría. Fui a la ventana, y por encima de los altos edificios contemplé el trozo de cielo que me había tocado en suerte. En la calle, no había mucho movimiento. Un niño cruzó la calle en bici. Un mendigo, de paso errático, dobló por la esquina. A lo largo de la calzada, ráfagas de viento jugaban con las hojas secas; diligentemente, se llevaban los últimos restos del otoño.
[/size]Cavilé sobre mi madre, sobre mi mujer, sobre la intimidad, sobre el tiempo... Y yo, ¿con quién había intimado?
[/size]"Resistir y esperar", me dije con un suspiro.
[/size]Volví a la cocina.
[/size]Esperar y morir. [/size]

net

Fascinante y sombrio lo que escribiste.craig.
Me encantaría poder escribir así.

Enviado desde mi SM-J100MU mediante Tapatalk


Rocco

Tesoro Preciado
Lentamente se disipa el humo negro de ese viejo colectivo convertido en cárcel móvil de los "bravos" leones, esos que fueron alimentados con un par de perros vagabundos que solían corretear o dormir bajo la sombra de añejos árboles de aquel modesto barrio de casitas bajas.
Ya no se escuchan los gruñidos de "las fieras" y la negrura arrojada por el escape del desvencijado Bedford 750 se esfumó en el aire, solo perdura el polvo rojizo que se levanta en cualquier calle de tierra misionera que no ha recibido una lluvia por más de 2 meses.
Una última mirada a toda la corte circense que se pierde al tomar la ruta que va a Jardín América, el medio giro lo pone de frente a sus dos maletas que esperan paciente en el mismo lugar que ha estado instalada la casa rodante que ofició de boletería.
Algunos pasos firmes y un suave movimiento de rodillas permiten que sus manos tomen el equipaje donde se encuentra su "Tesoro Preciado."
Con una habilidad contraída por el paso de los años, toma ambas valijas con su mano no hábil, mientras que la otra introduce la llave en la puerta/baúl del Rambler Ambassador Familiar.
Resultado de imagen
Las valijas son acomodadas entre unas cajas con ropas y trajes de algunos de los integrantes de la troupe, se cerciora que esa inmensa puerta trasera quede bien trabada y se dispone a circular.
Con el motor en marcha, el volante entre las manos y sus pies colocados en los pedales, emite la frase de siempre "ahí vamos pueblo nuevo", pero esta vez, solamente para él era un lugar nuevo donde debería actuar, el circo repetiría estadía en Ciudad Jardín en honor su madre, y eso lo llevo a recordar etapas para atrás, todas de 7 años.
Soraya descendiente de polacos, una rubia tan bonita como tímida, con un pequeño en sus brazos vendía mandarinas y orquídeas encontradas por ahí, en un puesto de mala muerte instalado con 4 palos y un par de carteles publicitarios que fueron derribados por el viento, sobre la ruta 12 a la salida del poblado.
El enamoramiento de Anthon por Soraya fue fulminante, el dueño del circo, amante de plantas exóticas se detuvo a comprar alguna rareza de las que nacen a la vera selvática, pero su mirada se encontró con una belleza incomparable, los ojos de Soraya, que aún tristes y deprimidos eran los más bonitos que podían existir, además se podía adivinar debajo de algunas ropas estropeadas una figura pequeña pero escultural de esa mujer de 17 años, que sedujo sin contemplaciones a un hombre que había jurado clausurar su corazón luego que su novia y su hermano se fueran de gira a algún desconocido lugar por el llamamiento de la piel, la lujuria y la traición.
Anthon no tuvo tiempo para recordar eso, tampoco analizó que esa muchacha era madre soltera desde los 15 años, producto de una violación que sufrió de su primo, la invito a sumarse a una aventura que le cambiaría la vida para siempre.
Soya, (como él la comenzó a llamar un tiempo después de conocerse bien), en ese momento no pensó en otra cosa que darle una vida mejor a ese niño flaco de cabello ensortijado que aprendió a amar en soledad, ese mismo que al mes de haber nacido y con un llanto imperioso solicitando saciar su hambre, la bajo a la tierra y evitó que terminara con su vida por mano propia.
No dudo, descalza y sin soltar a Rulitos tomo las dos valijas heredadas de su abuelo, un rústico artista callejero que llego a Misiones escapando de una guerra que él no había comenzado.
...Y pasaron los años, rulitos aprendió a escuchar "ahí vamos pueblo nuevo", también conoció a la perfección su historia de vida la que su madre le contaba siempre de campamento en campamento.
Ese Rambler y una casa rodante confortable fueron escuela, patio trasero y hogar, también fueron testigos como de la alegría y felicidad que Anthon construyó para los tres a fuerza de ofrecerse con amor, ese amor que le fue retribuido primero por el pequeño y luego por la mujer que le devolvió las energías que había comenzando a perder.
Pasaron algunos años y Soraya mujer, aprendió a olvidar su única y mala experiencia sexual, aprendió a sentir, se entregó con amor y pasión a ese señor que le llevaba 19 años.
Soraya madre, aprendió a enseñarle a su hijo de 7 años lo poco que recordaba de la habilidad de su abuelo, y este niño disfruto de un juego que terminaría siendo su profesión tiempo después, la que el día de cumplir 14 años conquistaba por vez primera a un público numeroso en la arena central del Itinerante Circo Anthon, ex Circo Hermanos Griegos.
Faltaban exactamente 72 horas para que se cumplieran 7 años de ese día, en que rulitos tomo confianza y Anthon lo bautizo con un nuevo nombre artístico, 7 años y muchos pueblos, la fama del circo creció, la boletería era muy concurrida porqué en todos los pueblos querían disfrutar de ese nuevo artista que maravillaba a chicos y grandes, eso dio motivo para renovar la estructura de montaje y lona nueva con colores que fueron seleccionados por Soya.
Se había elegido un pueblo grande como Oberá, esta vez Anthon decidió que estos 3 días lo pasarían en un hotel, modesto, agradable y con personal muy cálido, le comenta a su nueva familia que era una cábala del mundo de circo que al cambiar la carpa los dueños o pueden mirarla hasta el día del debut, y se cumplió como si fuera una orden celestial.
Esa mañana se levantaron temprano, era el cumple 21 de rulitos, desayunaron, le entregaron de regalo un pantalón negro de raso brillante, una camisa blanca con varias tablas y botones nacarados, zapatos de charol bien puntiagudos, que a partir de hoy ese sería su vestuario para su show.
Entre bromas y risas llegaron por el fondo del sitio donde estaba enclavada la nueva carpa, los colores verde, blanco y rojo brillaron en sus ojos, habían sido escogidos por ser los colores de Legia de Varsovia, el equipo de fútbol del abuelo artista.
Comenzaron a caminar para el ingreso del circo cuando se divisó la boletería nueva, por sobre el techo y formando una arcada un cartel que estaba tapado por un pequeño telón de color borravino, atado a una soga que al ser suelta dejaría ver las lámparas del nuevo cartel, el ingreso a la carpa era más amplio y con cortinados que se recogían hacia los costados, las nuevas butacas dispuestas en abanico y en diferentes alturas eran iluminadas por 8 reflectores que recorrían todo el ambiente, un cerco perimetral bajito ejercía de separación entre el público y el talento de la gente de circo, se probó el sonido que emanaban del nuevo equipo de audio y de los parlantes salieron las notas del feliz cumpleaños que el pianista comenzó a interpretar y todos los empleados corearon para agasajar a "rulitos", luego de los saludos y de recorrer cada espacio nuevo, se arrimaron nuevamente a la boletería y de un simple tirón y sin preámbulos cae el telón dejando al descubierto las cientos de lámparas intermitentes y de colores que rodeaban el nombre del circo "Gran Circo Thony"; Thony como lo bautizo Anthon 7 años atrás.
Un pequeño apretón del pie derecho para que el rugir del motor lo saque del pabellón de los recuerdos.
La ruta aceleraba su corazón, los carteles indicadores lo llevaron hasta la entrada del circo, lo emocionó ver tanta gente, muchas personas grandes y tantísimos chicos esperaban verlo actuar.
El momento llegó, sería un show para el lugar que lo vio nacer, el lugar del que escapó sin saberlo.
La rara sensación invadió su cuerpo, el inevitable nudo en la garganta fue evitado por el profesional que sentía dentro de él, al fin de cuenta era un acto en honor a su madre.

Se sentó en el banquito de siempre, chapa redonda y tres patas de hierro, esperó como siempre que el haz de luz central dejara de jugar a su alrededor y se posara en sus dos maletas colocadas delante de él ya abiertas, haciendo un leve movimiento hacia adelante  primero y luego suave hacia atrás, emergen en sus piernas una muñeca y un muñeco, y el ventrílocuo, con voz firme los presenta directamente... ¡¡¡Con ustedesssssssssss Tesoro y Preciado!!!!.

Pelear por la PAZ, es como tener sexo a favor de la Virginidad

Ana Alonso

#12
Craig, ni que hubieses podido espiar mi cabeza cuando me decidí por esa  foto, porque la elegí dentro de los parámetros del estado de ánimo que describe tu cuento. La verdad es que también pensé que podría tener otras interpretaciones que no voy a decir, porque no quiero adelantar ideas... Pero para mí esas dos valijas arruinadas tenían (tienen) que ver con los contenidos de tu cuento, que además me pareció hermoso, es lo principal que quería decirte. El contraste entre la madre, que intenta probarse a sí misma que su vida tuvo sentido /trascendencia (y vaya si la tuvo, que criar tres hijos no es poca cosa). La soledad del hijo protagonista, que ocupa su tiempo en cosas intrascendentes para llenar con algo el tiempo que le queda de vida. Todo el cuento está impregnado de una sensibilidad especial que se siente hasta en la descripción del paisaje que el protagonista ve por su ventana. El padre, que encontró un sentido para su vida arruinándosela, a sí mismo y a los demás... En fin, que en todo el relato fluye un vacío existencial  y una melancolía que lograste contar con una habilidad maravillosa. Creo que si sigo leyéndolo podría decirte mucho más, pero sólo voy a agregar que el concepto, o la frase que más me movilizó fue ese pensamiento del hijo, cuando dice que si hubiesen estado más cerca de la vejez habrían podido empatizar más con su madre... En fin, bello cuento, con un conocimiento de la vida que se manifiesta en sus personajes desencantados... Y una pregunta; el protagonista se sirve un té pero después está por terminar el café... Tal vez error de infusión, pero también compenetración del autor, que no sé si a propósito o no, denota también la fuga del tiempo  (¿cuántos tés /cafés se sirvió para  llenar las horas, hasta perder la cuenta, o no saber cuál es cuál?)  Felicitaciones, Craig.

Ahora leo tu cuento, Rocco.

Post unidos: 04 de Octubre de 2016, 04:14:37 PM

Rocco, tuve que leer tu cuento varias veces; las costumbres del circo no me son familiares  y me tomé mi tiempo para incorporarlas. Entendidas al fin  ¡qué bella historia de vida para disfrutar! Muy buen desarrollo de los personajes, cada uno con su gran historia contada en  cuatro palabras bien elegidas para que quepan en ellas todas las razones que los llevaron hasta ese momento y lugar. Todo el cuento es un enorme homenaje a estos artistas, desde el abuelo ventrílocuo y sus muñecos, que reviven en las habilidades heredadas por el nieto, pasando por el dueño del circo que no se quedó encharcado en su depresión, y la justa retribución a la niña-mujer que supo salir de la situación en que la habían puesto sus circunstancias para comenzar una nueva vida, plagada de emociones. Una historia circular, porque termina en el sitio donde empezó la historia, cuando todo pronosticaba un final más triste, y arranca en cambio este emotivo relato en el que los protagonistas se rescatan y se reconstruyen. Las descripciones, como si las estuviera viendo. Qué más te puedo decir. Un cuento redondito. Me encantó este relato y el protagonismo que supiste verle a las dos viejas valijas abandonadas; me encanta que sean el hogar de "Tesoro" y  "Preciado". Felicitaciones!
¡Oh, infiernos, no dejes que beban las lágrimas y que te
pidan más!¡No dejes que te desaten el llanto, lo den vuelta y se hagan con él una sonrisa! ¡Que la muerte no levante mi tristeza como bandera! Ray Bradbury

CraigBale

Gracias net por lo que dijiste! Me dejaste colorado.

Y qué puedo decir Ana de tu análisis, muchas gracias. Que diseccionen y analicen así un cuento con esa profundidad es realmente un honor para cualquiera. Me encanta entonces que mi cuento haya podido captar el espíritu de la foto. Y sí, me confundí ahí con el café y el té. Tendría que haber continuado con el té. Lo cambiaré. Esperamos tu cuento!

claudyo

#14


HECHO VI


Mañana al mediodía habrá dos viejas valijas en el medio del parque de la antigua estación de trenes. En una encontrarás un objeto que te hará viajar a un estado superior. Si tocas la otra, detonaremos la bomba que tiene en su interior.


Una prueba. Como personal policial debo informar del peligro y hacer un perímetro, ya que no puedo permitir riesgos para los transeúntes, ni siquiera para los delincuentes. Pero la amenaza de los explosivos es groseramente falsa.
Encontré la tarjeta con el mensaje en mi buzón ayer, justo a la semana del último incidente, cuando ya empezaba a olvidar los detalles de la hermosa experiencia alucinógena que creen que cambió mi forma de pensar.
Así que caeré en la obvia trampa para ganarme la confianza del grupo y obtener un elemento que me ayudará a profundizar en el asunto.
Son las once y cuarenta cinco de la mañana, y desde un noveno piso observo con los binoculares. No hay nada. El terreno es un pastizal de unos ciento cincuenta por trescientos metros, sin árboles ni lugares para ocultarse. Para llegar al centro hay que desplazarse a la vista de todos los que se encuentren en alguno de los varios edificios altos de la zona.
Debo irme. Camino despacio para hacerme ver y darles tiempo para dejar los paquetes. No voy a volar en pedazos, pero no puedo cometer errores.
Me apresuro en el último tramo, justo a la hora indicada. La inquietud es real. En cuanto cruzo el andén abandonado veo las maletas. Me acerco y hago pantomima, como si estuviera decidiéndome a través de un análisis institivo o algo así; cierro los ojos, paso la mano derecha por encima de cada una y me tomo un par de minutos. Elijo la más deteriorada y la levanto lentamente, como si tuviera miedo. Se nota que está vacía. Aunque escucho algunos ruidos entre el pasto, no me doy vuelta. Vuelvo con la seguridad de haberme equivocado.
Estoy en un lugar seguro. Abro los cerrojos: ya sé que no va a haber nada. Pero sí, hay un papel pegado en el fondo, que dice "no aprendiste nada". Y tienen razón.
Dos horas después me llega el llamado de un nuevo suicidio. Es una mujer de unos sesenta años, en un departamento con vista al sitio donde cometí el error. No hay nuevos mensajes ni fotos. Solo me queda esperar, contemplando la muerte que se burla de mí.