(http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/3b/Ernest_Meissonier_-_Napoleon_I_in_1814.JPG)
El gran emperador Napoleón Bonaparte (1769-1821), era una persona de baja estatura y un jinete de poca experiencia, aunque físicamente tenía mucha energía y resistencia. Para compensar sus carencias, le gustaba montar tres o cuatro caballos diferentes en cada batalla. Prefería las capas bayas o tordas. También prefería ciertas razas sobre otras. -Ruso, el zar Alejandro I le regaló varios ejemplares.
-Bávaro, tan apenas lo montaba, puesto que son de gran tamaño y él parecía muy pequeño.
-Español, Carlos IV le regaló unos quince ejemplares.
-Árabe, era su raza preferida, ágil y pequeño, le permitía destacar.
Bautizaba a sus caballos con dos criterios, nombres mitológicos o de ciudades. Cyrus, Turius, Nerón, Tamerlán fueron algunos nombres en el primer caso y Jaffa, Montevideo, Austerlitz, Córdoba y el famoso Marengo en el segundo.
Particularmente curiosa es la cabalgada que protagonizó desde Valladolid a Burgos, con una distancia de 120 kilómetros y que recorrió en tres horas y treinta minutos. Sin duda, todo un récord. Se dice que dejó atrás a su escolta y a otros generales gracias a su árabe Marengo, impetuoso y veloz, pero a la vez tranquilo ante los disparos del campo de batalla.