Noticias:

Aquelarre Foros se mudó a una nueva versión
Es posible que algunas personalizaciones se hayan eliminado
Y es necesario que sean elegidas nuevamente

Menú principal

Recent

Miembros
  • Total de Usuarios: 1079
  • último: Cali
Estadísticas
  • Total de Mensajes: 183459
  • Total de Temas: 5345
  • En linea Hoy: 292
  • En línea siempre: 689
  • (21 de Enero de 2020, 10:42:13 PM)
Usuarios en línea
Usuarios: 0
Invitados: 276
Total: 276

Acrósticos

Publicado por claudyo, 04 de Octubre de 2015, 07:38:15 PM

Tema anterior - Siguiente tema

0 Miembros y 1 Visitante están viendo este tema.

claudyo

 Ni una nota considerablemente alta, jamás alcanzada, mejoraría algo su promedio. Intuía el rotundo desastre ante su exámen. La profesora ayudaba, respondía todo intento de opinar diciendo "en los alumnos veo ineptitud deliberada", anotaba los unos con humillante alegría, pero ahora respondía alternando  consejos, opciones nuevas, sutiles engaños, gritos ufanos. Intentar responder lo anotado, vociferando internamente, con tanto odio, resulta inútil. Abandona.

Lo atrae mucho una señora ideal, con algo especial, sin imposturas ni cavilaciones. Refuerza el instinto básico, logrando el mayor éxito navegando totalmente ebrio por olas de enormes rugidos, olvidando sus ataduras. Toda razón ahuyenta su corazón, impide escucharlo. No desea el alma tibia, o dudas, o nimiedades, o trazar inútiles esquemas, navegando en formas repetidas, ordenadas. Necesita tenerla enfrente, resplandeciendo. Arde soñándola, ninfa ideal, la imagina mientras irradia terribles energías sonoras.

Es la antigua justicia equivocada, doctores repartiendo excusas zaparrastrosas, exhibiendo sus únicas nociones alteradas horrorosamente, escupiendo rimbombantes mentiras, organizándose sin aparentarlo, fomentado odios rabiosos mientras agreden desde el lodo, así manchados. Ahora tenemos el mejor arma tirándoles:imparcialidad con altruismo. Jueces auténticos que usan el mejor argumento, totalmente ecuánimes.

Cuando oí nombres, los animosos diputados esperaron, mediante óbolos camuflados, rebajarme a corrupto, impidiéndome apartarme, sin escuchar, con ojos mezquinos, entrecerrados. Su enorme culpabilidad, urticante realidad, artera y soez, es evitada dando una coima a sobre inflado. Solo aparento beneplácito, espero mentirles, oculto sus vergüenzas. Otra tarea ampliamente recompensada. Besos inocentes, empleo nauseabundo.

Lo aprendí con inevitables errores, no como idiota. Absorbí en semanas unas nociones adelantadas, hasta entender rápidamente. Respiro aire mientras intento encastrar nueve tablas. Ahora logro, ofuscado, inspirar madera podrida. Otro reflejo: toser aserrín. No termino. Expiro estertóreamente sin lograrlo. Ahogado, me apaño, no olvido quien usa el largo aparato. Un tanto irritado, las inclino. Zarandeo ampulosamente, consiguiendo un rayón. Arruino otra madera. Armar tantos artiulugios con idéntica energía genera ansiedad. Mi experiencia necesita también esfuerzo.

Lindo amanecer. Hoy inicio poniendo orden, tranquilo, es necesariamente un sábado apacible. Agito la cortina, ubico algo diferente, retiro antes dos ojotas estropeadas. Susurro infinitas groserías usando ambos labios, apenas logro abrirlos. Siento una molestia aguda, dos eccemas logran oscurecerme, sigo caminando, agarro tres emulsiones, tiro otra, saco antiguas lociones, cremas, ungüentos. Arden demoníacamente: refriego aceite de oliva. ¿Puedo indisponerme tanto? Así gesté otra regla: arreglarme solo.

Siempre espero rescatar una nueva amiga; rio, oigo, callo, acepto. Y nunca obtengo resultados. Otro deseo aniquilado, roto y esfumado. Los lamentos aparecen. El sistema tiene algunas contraindicaciones obvias, mi pequeño resquemor aparece, notándose demasiado. Opción: unir nadas. Aparentar existir sin cerebro, actuar lento, emborracharse. Receta adaptada a lo chabacano, inmutable. Espero lograr orgasmos legendarios, escuchar dos zumbidos en perfecto paroxismo. Eliminar lo intelectual naturalmente.