El juego de las frases
Ronda Mes Noviembre , Año 2015
ObjetivoEscribir un texto que incluya las frases propuestas, trabajar conjuntamente los textos publicados y elegir un texto ganador de la ronda.
Se puede publicar hasta dos textos por usuario.
* El texto puede ser cuento, prosa poética, poesía, etc.
* El texto debe tener una longitud máxima de 700 palabras, sin contar el título.
* Cada texto debe tener un título y las seis frases obligatorias resaltadas en negrita, en cualquier orden de aparición, pero sin ningún tipo de modificación.
* Antes de publicar, se recomienda revisar gramática y ortografía. Para verificar que el formato sea el correcto conviene previsualizar antes de publicar.
* Durante las dos primeras semanas del juego se publican textos. Durante la tercera semana se pueden editar los textos la cantidad de veces necesarias, además de seguir publicando. La cuarta semana del juego es para votar.
* Durante las semanas de publicación y edición de texto se recomienda leer y comentar los textos publicados para colaborar en la corrección de los mismos.
* La edición de textos se debe realizar en el mensaje en que fue publicado y se recomienda escribir un nuevo mensaje avisando que se modificó el original.
* La votación la pueden realizar los usuarios que hayan comentado, al menos, los cuentos elegidos.
* Al votar se eligen dos textos, al primero se le otorga dos puntos y al segundo, un punto.
*A los fines de la elección de las frases, quien obtenga el primer puntaje elegirá 4 frases, y quién obtenga el segundo puntaje elegirá las 2 restantes.
* Si al finalizar la ronda de votación se produjera un empate en alguno de los dos primeros puestos, se repartirán las frases según corresponda.
Etapa de publicación de textos: Desde el 1 de Noviembre hasta el Lunes 16 de Noviembre
Etapa de edición y publicación de textos: Desde el Lunes 16 de Noviembre y durante una semana
Etapa de votación: Desde el Lunes 23 de Noviembre hasta el Lunes 30 de Noviembre
Todas las horas son de Buenos Aires, GMT-3.
Las frases propuestas son:
Este precipicio es real
dedos añejos como árboles
largos pasos
cerró los ojos y se dejó llevar
Dulce inconsciencia sana de la edad.
Nunca un astronauta logró
OK. Larguemos.
PRECIPICIO
Muchas veces estuvo al borde de distintos abismos: psicológicos, morales, intelectuales, emocionales, metafísicos. Pero este precipicio es real. Está ahí.
Se imaginó la caída, segundo a segundo; el dolor del golpe, fracción a fracción de larguísimos instantes; y la muerte acabando con todo su ser, pedazo a pedazo. Así que siguió aferrado a la piedra.
Rogó al Universo que su abuelo lo alzara, con sus dedos añejos como árboles, y lo rescatara de ese lugar y de ese tiempo, devolviéndolo a la infancia, segura y confortable. Quería verlo venir, dando sus largos pasos de marino experimentado, así que cerró los ojos y se dejó llevar. Estaban en el patio de su casa y el "nono" iba en busca de la pelota de goma, agachándose con dificultad y gritando "gooooool", con la alegría de un niño y la dulce inconsciencia sana de la edad adulta. Él le enseñó la amistad profunda que hay entre el peligro y la alegría de vivir, navegando en mares de olas siderales, sometido a fuerzas inmensas, protegido sólo con unas pocas chapas y mucha experiencia e ingenio. Esas historias reales eran las aventuras que más admiraba; nunca un astronauta logró superar en grandeza a un simple grumete, aunque sus amigos de la escuela se reían y soñaban con el espacio y las naves atómicas que veían en las historietas.
Y así encontró la fórmula para sobrevivir: cerebro más músculo multiplicado por corazón elevado a la enésima potencia. Un pié lo elevó hasta una pequeña grieta y lo sostuvo con la fuerza justa para que las manos instintivamente se soltaran y se dejaran llevar por la gravedad hasta chocar en forma violenta pero controlada con una roca afilada. La sangre fue un disparador para el resto del cuerpo, que flotó y giró hasta encontrar el empuje salvaje y desaforado que lo colocó en una posición mejor, aunque más lejana al nivel de la ruta. Calculando cada movimiento, escaló de a poco; hasta sus rodillas lo sostuvieron mejor que un arnés, sacrificándose para avanzar unos centímetros. Llegó a sentir que lo empujaban, lo alentaban, le decían qué hacer.
No llegó solo a la seguridad del camino, el pasado y el futuro estaban a su lado: una vieja manera de hacer las cosas y un nuevo, peligroso y desconocido océano de tiempo con infinitos rumbos, que lo desafiaba a surcarlo. Ahora era el capitán de su propia existencia.
Claudyo, muy buen relato. Supiste integrar de una manera muy poco forzada las frases en tu obra. Me gustó cómo incluiste el pasado, el recuerdo, en algo presente y así mismo, mirando al futuro: un relato que contiene los tres momentos.
¡Gracias por animarte!
Gracias, Anita. Entre frases difíciles y algo de óxido en el teclado, se hizo más complicado que de costumbre. Espero los demás textos, incluyendo el tuyo.
Me gustó
Enviado desde mi SM-G710 mediante Tapatalk
Post unidos: 11 de Noviembre de 2015, 11:29:08 AM
"Quiosco Verde"
Simplemente camine los 321 largos pasos que separaban casa del "Quiosco Verde", aquel que fuera mi refugio natural en la adolescencia, aquellos pasos los conté por vez primera, el mismo día que soñé despierto con el primer beso de ella; ya no son 321 ni tampoco son tan largos, pero que importa eso ahora, si es solo el recuerdo vago de una historia de dos días.
Todas las paredes lucen carteles de gaseosas y otros productos actuales, el "Quiosco Verde" hubiera dejado de ser verde, si no fuera por el cartel que siempre se hamacó con el viento del oeste, y el viejo banco de cemento, que por suerte sigue luciendo verde.
Luego de sentarme en el medio del banco recordé que el extremo izquierdo era mi lugar preferido, me corro y coloco las piernas de costado, giro la cabeza buscando las acacias bocha y la mora blanca que tanto cuidaba don Cosme, me dije ¡¡¡qué suerte!!!, al observar que la planta a pesar de los años seguía regalando frutos; un impulso involuntario se apodero de mí instando a que me arrime a la ella, gire alrededor buscando un corazón flechado, tardé en encontrarlo pero estaba intacto a pesar del paso de generaciones de adolescentes que han dejado sus huellas en el moral más grande del barrio, estiré las manos para recordar la sensación de tomar los frutos y redescubrir su sabor dulzón, verifique que mis dedos añejos como árboles se tiñeran de la misma manera que en aquellos veranos libres del secundario.
Mire mi impecable camisa blanca y sonreí triunfante al ver que no se manchó como me había sucedido con la chomba del uniforme de educación física, entre otras cosas me vino a la memoria cuando Tito le arrebata a una compañera una luna de papel mache y la tiro al techo del quiosco, el tanito se subió a la cornisa del local tratando de rescatar la manualidad de la chica que le gustaba, que grande el tanito se convirtió en héroe por un rato largo para la muchacha de la que no recuerdo el nombre. Como olvidar ese momento cuando se le ocurrió caminar por la cornisa y gritar este precipicio es real, mientras alzaba una de sus piernas y las hacia girar en el vació, afirmando que nunca un astronauta logró bajar la luna como lo había hecho él.
Mis recuerdos regresaron al corazón flechado con dos letras en el centro que fue tallado con la punta de compas, la A, se mantenía firme del lado superior izquierdo, mientras que la M, se desdibujaba allá abajo en la derecha. Esa obra de arte -así la llamó Marisa-, fue mi primera prueba de amor ante los cursos de ese industrial mixto, al menos eso fantaseó mi dulce inconsciencia sana de la edad, a pesar de ser corta y no tenía experiencias en estas cosas.
Esa tarde noche, en un patio cualquiera, los chicos organizamos la música con el combinado automático Ranser, el que dejaba caer uno tras otro los temas de moda, también diseñamos con latas de durazno y lamparitas de colores, las luces que iluminarían la pista, y controlamos que cada uno de nosotros traiga una gaseosa, mientras las chicas adornaban las mesas y organizaban las delicias que seguramente traían para que el "asalto" fuera perfecto.
Algunas madres se quedaban –como las de Livio y Haydee-, por suerte se quedaban tomando mate y seguramente criticando a otras y nunca salían de la cocina, eso nos daba la seguridad necesaria para que podamos romper con la frialdad de ellos por un lado y ellas por el otro. De todas maneras la fiesta empezaba bailando las chicas entre sí, de a poco nos animábamos los más descarados del grupo, hasta que llegaba la primer tanda de lentos y la pista se despejaba; sublime momento, el descanso obligaba a que los vasos se llenaran y vaciaran una y otra vez, que las migas se hicieran presentes en manteles y en el piso, las chicas por un lado y nosotros por el otro, cada cual contaba algunos diálogos, tramamos estrategias, se planificaban frases, reordenamos la lista de temas repitiendo aquellos que la radio imponía, esa noche tanta actividad me abrió el apetito, fui a buscar una porción de lemon pie, aquel que Marisa le pidió a su madre, sabiendo que era lo que más me gustaba; pero ya no quedaba, me quede mirando el plato vacío, cuando la bronca estaba entrando en mí, sonó bien fuerte Credence Water Revival y la manada comenzó rápidamente a firuletear con giros y patadas que surcaban la improvisada pista.
Segundos después, Marisa me toma la mano y me dice mira esto guarde para vos, mientras me mostraba una porción generosa de lemón pie, buscamos con rapidez un lugar fuera de la pista para que pueda degustar la exquisitez, junto a la tercer mordida quedamos mirándonos frente a frente, las miradas decían todo, y la vergüenza nos hizo mirar a nuestro alrededor buscando no encontrar miradas inoportunas, allá a unos metros encontré una escalera que seguramente conducía a la terraza y al invite a sentarnos ahí, accedió tímidamente pero con el corazón batiendo record en latidos, alcanzamos el cuarto escalón testigo de ese primer suave beso juvenil.
Las hormonas hicieron muy buen trabajo en mí, lo noté inmediatamente, sentí una mezcla de sensaciones encontradas, la de esconder o dejarme ser, ella, ella también lo notó, no se alejó por el contrario pareció darle ánimo y se juntó más contra mí, no podía pensar en nada, no quería que ese momento terminara, las ganas de "algo más" se hicieron presentes, y mis manos buscaron sentir lo que mi pecho sentía, a ella se le cruzo la idea de emparejar las pruebas de amor, aquella en la que le saque ventaja, y su mano la llevo a cabo reconociendo como mi cuerpo había cambiado, cerró los ojos y se dejó llevar, recuerdo que esos minutos fueron una eternidad que concluyo rápido.
:mate: Que pena no se siga este hilo
:ikod:
Siiiiiiii Rocco, es triste pero si no hay al menos 3 o 4 textos, no podemos votar...
Cita de: anittaa en 15 de Marzo de 2016, 11:59:25 PM
Siiiiiiii Rocco, es triste pero si no hay al menos 3 o 4 textos, no podemos votar...
:oki:
:mate:
Mi paciencia es amplia
Roccco: Hiciste una linda y nostálgica historia que fue gratificante leer. Me gustaría que participaras en los juegos literarios, pero lo importante es que te hay gustado escribir. Por lo menos para mí es algo que hago simplemente por placer y me reconforta, sin preocuparme mucho por la repercusión. Las cuestiones técnicas, si te interesa, se pueden mejorar, pero no son imprescindibles. El único error imperdonable, como admirador del grupo, es que hayas puesto mal el nombre de Creedence Clearwater Revival. Por lo demás, te felicito.
Anita: Ahora que pasaron las vacaciones y el Foro está más estable (en su momento eran más las veces en las que no se podía entrar o se colgaba), espero colaborar para darle un nuevo aire al Foro; falta arreglar detalles ténicos con el ingreso de textos que ojalá se solucionen. Saludos.
Propongo elijan nuevas frases y empecemos de nuevooooooooo!
¡De acuerdo! Yo participaba en Psicofxp en estos juegos: foto, temática, y frases.
Le envié a anittaa el otro día una sugerencia de iniciar un juego de frases, pero se ve que no recibió mi mensaje porque no contestó, y veo ahora que el juego ya estaba iniciado (lo que pasa es que algunos aspectos del formato de Aquelarre son distintos de los de Psico, y eso me está confundiendo algo al principio).
Si anittaa está leyendo esto, le pido que me conteste por este medio.
Para seguir con el juego, propongo estas seis frases (todas tomadas de la novela "Nueve Días a Mukalla", de Frederic Prokosch, difícil de encontrar hoy en librerías, y una lástima así como el olvido de este gran escritor):
algo se movió detrás de un árbol
curtidos por el mar
la mañana llegó tenue y perlada
el latigazo del sol en los brazos
en un extremo del valle
era tenso y nervioso
Espero que podamos resucitar este juego, y el foro en general, por lo cual me estoy metiendo en temas variados.
Bien, Harakiri, un gusto verte por acá. Yo estuve de vacaciones, hoy volví y, en cuanto me acomode, empezaré a aportar cosas. Saludos a todos.
En Psico, ¿también te llamabas claudyo?
Un placer encontrar a otro a quien le guste la literatura.
En Psico yo tenía también otro usuario, aunque estaba prohibido hacerlo. Mi nick era Kryptonyte.
Acá hay tan poca gente, que por ahora seré sólo Harakiri... aunque no sé si usando varios nicks pareceremos más, ja ja.
DESCANSO
Mientras levantaba su mochila algo se movió detrás de un árbol, a lo lejos. La curiosidad puso su mente en cortocircuito y caminó hacia el lugar. Anochecía y estaba cansado, pero dispuesto a seguir por cualquier camino que se le presentara. Luego de unos minutos las sombras se hicieron más grandes y al acercarse observó a dos hombres, con sus cuerpos curtidos por el mar, llenos de cicatrices y tatuajes que su desnudez dejaba a la vista, que peleaban sin armas. No se sorprendió al calcular que debían medir unos diez metros de altura cada uno; parecían formar parte del paisaje y ocupar el sitio que les correspondía. Los forcejeos, golpes, caídas y revolcones se sucedían, al principio en una zona de arbustos y después en la playa. Finalmente, los seres se hundieron juntos en el océano.
Se quedó parado, mirando el horizonte, perdiendo el sentido del tiempo y la realidad. La mañana llegó tenue y perlada, despertándolo suavemente del sopor. Caminó por la arena hacia las montañas tras un rastro invisible, hasta que el latigazo del sol en los brazos lo sacudió. Se dio cuenta que se encontraba en un extremo del valle que había atravesado la semana anterior; era el mismo, pero sin el hálito opaco que cubría todas las cosas. Cayó por fin al suelo, extenuado, olvidando por fin el pasado tan cercano, rodeado de edificios y autopistas, donde se sentía una cosa y su carácter era tenso y nervioso, siempre acuciado por gente alienada y ruidos grises.
Ahora el cálido abrazo de las sombras lo está arrullando con la paz de los dioses.
Necesitamos más textos para poder pasar a la votación,
Dar a luz
Aún no amanecía y caminó por el angosto pasillo del viejo hospital, la mezcla de los olores típicos que salen de la sala de guardia le produjeron nauseas, su andar era tenso y nervioso, dobla al final del pasillo y se encuentra con la sala de espera repleta de personas, busca entre ellas una cara conocida sin tener el éxito esperado, se queda esperando en ese ambiente caluroso y pesado, en ese instante queda sumergido en el murmullo intenso producto de comentarios inoportunos, de consejos mal dados, de especulaciones familiares, de conocimientos más profundos que la de los mismos profesionales, de la cosa que dijo la vecina, del sermón de alguna madre, de algunos sollozos apenas contenidos y de palabras sin sentido entre algunas personas que se conocieron con un turno en la mano.
Divisa en la pared contraria una puerta de hierro y vidrios cuadrados de diferentes colores que lo invitaba a salir a un patio con tres glorietas enredadas por las retamas en flor, respira suavemente, profundo, lentamente y contando hasta ocho para enviciar sus pulmones con ese aire fresco, comienza a exhalar imitando la frecuencia, lo repite en tres oportunidades, desaceleran los latidos y ya con aire fresco en los pulmones intenta pensar y organizar con tranquilidad su día y si era posible el resto de la semana; de repente siente que algo se movió detrás de un árbol, ese que se encuentra a uno 20 pasos de distancia, se arrima con sigilo y nada, fue solamente una sensación.
Mientras tanto la mañana llegó tenue y perlada, igual al día que murió su madre de manera imprevista, allá en un extremo del valle, ese recuerdo espontáneo le permitió olvidarse por un momento que estaba a punto de ser padre nuevamente, la emoción invadió su ser, observo sus dedos curtidos por el mar, movió las manos y dejó que le llegue el latigazo del sol en los brazos, como ofrenda sensorial, por esa nueva vida, la de Lucas que llego justo en ese momento.
Muy bueno, claudyo. Te debo (les debo) y me debo a mí mismo el cuento. Pero estoy con otros temas, y no deseo interrumpirlos por ahora. Sin embargo, tu respuesta, que recién ahora veo cuando entré en el foro bastante después, me está haciendo picar el bichito literario, y espero pronto aportar mi cuento.
Un abrazo.
¡Bienvenido Harakiri! Un placer volverte a encontrar.
Rocco: Una buena visión sobre los sentimientos de una persona en un momento muy importante de su vida. Está bien escrito y es un gusto leerte.
Harakiri: Esperamos que tu bichito te pique pronto.
Craig: Ya que andás por acá, un cuentito de los tuyos no nos vendría mal.
Saludos a todos.
Veremos qué sale Claudio!
Cita de: claudyo en 21 de Octubre de 2017, 08:58:55 PM
Rocco: Una buena visión sobre los sentimientos de una persona en un momento muy importante de su vida. Está bien escrito y es un gusto leerte.
Harakiri: Esperamos que tu bichito te pique pronto.
Craig: Ya que andás por acá, un cuentito de los tuyos no nos vendría mal.
Saludos a todos.
Gracias estimado Claudyo :mate: